En el año 1978, la Asociación de Amas de Casa de
Los Llanos de Aridane, comienza a trabajar para cubrir las necesidades de las
personas con discapacidad intelectual, ya que en la comarca no había servicios
públicos que los atendieran.
Debemos tener en cuenta, que hace 35 años las personas con discapacidad
estaban destinadas a estar en su casa, con su familia y con perspectivas
de futuro poco alentadoras.
La puesta en marcha de un Centro en las instalaciones cedidas por el Excmo.
Ayuntamiento de los Llanos de Aridane, en la Calle Real nº 21, fue todo un
éxito y un proyecto pionero en la isla de La Palma.
El inmueble necesitaba una inversión económica para tener unas condiciones
aptas para que sus primeros alumnos con discapacidad, tuvieran un espacio para aprender,
compartir, jugar, divertirse, relacionarse y formarse como personas autónomas,
cada una dentro de sus posibilidades.
En principio, acogía a población de todas las edades, tratándose más de un
centro educativo, que de un centro ocupacional.
En ese entonces, una persona de Los Llanos de Aridane, acogía en su casa a
niños con discapacidad para enseñarles a leer y escribir y habilidades
sociales. Estos niños se sumaron para formar parte del Centro.
La realización de cenas benéficas, venta de rifas, lotería, cuestaciones
organizadas por el Club de Leones y los donativos de particulares, contribuyó
económicamente a poner en marcha este proyecto de Centro, que con esfuerzo e
ilusión salió adelante.
A partir de entonces, en 1979, se crea la Asociación de Padres para
continuar la labor anterior.
Una vez que se crean Centros Públicos en el Valle de Aridane, que cubren el
servicio a las personas con discapacidad hasta la edad de 16 años, el Centro
deja de ser educativo y se convierte en ocupacional, y además de fomentar
la autonomía en las actividades de la vida diaria, aseo personal, conocimiento
de la moneda e inserción social, apuesta por la inserción laboral.
En la década de los 80, para poder crecer en la prestación de
servicios, se crea el Patronato Municipal del Centro Educativo y
Ocupacional Taburiente, conformado por representantes
municipales, de la Asociación de Amas de Casa, y de la
Asociación de Padres; por miembros de la entonces llamada Caja General de Ahorro
de Canarias y por personal del propio Centro.
Con el paso de los años, las condiciones económicas fueron mejorando,
ya que las instituciones públicas comenzaron a aportar subvenciones específicas
para este tipo de Centros, cubriéndose así los gastos ocasionados por el servicio.
Muchas gracias a todas esas personas, que con su esfuerzo, tanto físico
como económico, trabajo constante, sacrificio, entrega y profesionalidad
colaboraron para que este Centro se haya creado, y siguiera ofreciendo un
servicio a las personas con discapacidad y para que permaneciera, a pesar
de las dificultades, a lo largo de los años hasta celebrar hoy su trigésimo
quinto aniversario.
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